Jerónimo de VillarrealLeonor de Portugal y Navarra

Jeronimo de Porres EnríquezJeronima Portugal y Navarra

Pedro de Porres y Portugal

f a m i l i a
Hijes con:
María de Escobedo y Verdugo

Hijes:
Catalina de Andrade
Pedro de Porres y Portugal
  • Nacimiento: Alrededor de 1588, Chuquisaca, Bolivia
  • Casado/a ABT 1611, Córdoba, Córdoba, Argentina, con María de Escobedo y Verdugo
  • Fallecido/a: 16??, Córdoba, Córdoba, Argentina
  • Ocupación: Guarda Mayor de la Real Aduana de Córdoba, Alcalde de la Santa Hermandad (1614 y 1630)
  • Fuente: Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, Volumen30,Temas5-6
  • https://gw.geneanet.org/marcosargumedo?lang=es&pz=bernardo&nz=argumedo&p=pedro&n=de+porres+y+portugal

    Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, Volumen30,Temas5-6
    Autor Universidad Nacional de Córdoba
    Publicado 1943
    Pagina 479 y ssgtes
    "19) DON PEDRO DE PORRES Y PORTUGAL. ~Nació en Chuquisaca por 1588. Consta en el testamento y otros papeles, que era hijo legítimo de Jerónimo de Porres y de doña Jerónima de Portugal y Navarra. Muy joven pasó a Córdoba, donde eontrajo matrimonio con DOÑA MARIA DE ESCOBEDO Y VERDUGO. La carta de dote fechada el 14 de diciembre de 1611, nombra a los padres de ella, capitán F'rancisco de Escobedo y Ana de Rosales. En 1614 y 1630 fué alcalde de la Santa Hermandad, y por espacio de muchos años, guarda mayor de la real aduana del puerto seco de Córdoba, hasta su fallecimiento. Contribuyó con su peculio para los socorros a las guerras del valle de calchaquí y puerto de Buenos Aires. Fué encomendero de los pueblos indígenas de Cavisacate y Chamasacate, según título expedido por el gobernador don Luis de Quiñones Osorio. En su persona vino a recaer el patronato de las capellanías fundadas en la iglesia parroquial de San Pedro, de Sevilla, por el oidor Ferraz de Porres, que no tuvo hijos, y por el jurado Porres, su abuelo paterno.
    Entre sus bienes anotamos las estancias que tenía a 12 leguas de esta Ciudad, donde había levantado un oratorio ; una merced entre los ríos Primero y Segundo, que llamaban Cañada de las Burras; una chacra que compró a Sebastián González Ruano, y las casas de la Ciudad, limítrofes con las de don Leandro Ponce de León y Domingo Alberto. Testó por ante Pedro de Salas el 27 de setiembre de 1654 y falleció poco tiempo después, siendo sepultado con el hábito franciscano en la peana del altar ,del Santo Cristo en la Merced, donde había fundado una capellanía con renta de quinientos pesos de a ocho reales. Por .ese documento consta que uno de sus hijos legítimos fué doña Juana Ferraz de Porres, casada con el capitán Juan Rodríguez Navarro,
    segundo de este nombre (LUQUE COLOMBRES, op. cit., págs. 112 y 113)"
    (...) Pag 490:
    "31) PRANCISCO LOPEZ CORREA. (...) Casó tres veces, según lo expresa en su testamento: primero, con doña María de Ardiles, sin sueesión; segundo, con DOÑA LEONOR DE ASTUDILLO; tercero, con doña Magdalena de Escobedo."

    Tuvieron otros hijos como:
    Orígenes históricos de la propiedad urbana de Córdoba: ... - 
    Carlos A. Luque Colombres · 1980  PÁGINA 279
    3 : DOÑA JERÓNIMA DE PORRES Y PORTUGAL . - N. Córdoba 1616 ; fall . soltera b . d . t . 12 - X - 1686 . Hija de crianza : Da . Jacinta de Porres . Título : Adjud . al fall . de su padre D. Pedro de Porres y Portugal , 1654 

    El DeánDoctor Don Gregorio Funes - ARRAIGO DE SU FAMlLIA EN AMERICA
    POR Carlos A. Luque Colombres
    AÑO 30. Nº 5-6 JULIO-AGOSTO 1943
    Página 474
    "10) JUAN RODRlGUEZ NAVARRO, el segundo. - Nació en Córdoba a principios del siglo XVII. Era hijo legítimo de Juan Rodríguez Navarro y de doña Ana González Carriazo, según consta en la carta de dote de su esposa DOÑA JUANA FERRAZ DE PORRES, hija legítima de don Pedro de Porres y Portugal y de doña María de Escobedo (27 de setiembre de 1640). Residió en la estancia de sus padres ubi~ada en el río S!lgundo, y fué capitán de milicias. 'l'uvo el mismo nombre su hijo legítimo, que nació en 1656 ( A. T., Prot., escr. 1, leg. 51, fs. 7; escr. l. leg. 59, fs. 332; A. C., Libro I de Bautismos, fs. 46.)."

    [Ana González Carriazo era hija de Alonso González Carriazo y Ana Díaz de la Torre]

    LA DESCENDENCIA DE DON PEDRO DE PORTUGAL Y NAVARRA EN CHARCAS, 1537-1610
    por ANA MARÍA PRESTA
    https://www.academia.edu/50136620/La_descendencia_de_don_Pedro_de_Portugal_y_Navarra_en_Charcas_1537_1610
    "Por su parte don Pedro de Porres y Portugal parece haber emigrado a Córdoba y haber hecho allí familia, al casarse con doña María de Escobedo, con quien tuvo los hijos siguientes:
    doña Catalina de Andrade
    doña Juana Ferráez
    doña Petronila de Vargas
    don Pedro de Porres y Portugal
    don Francisco de Porres y Portugal
    doña Jerónima de Portugal y Navarra
    doña María de Escobedo
    doña Francisca de Porres
    quienes prolongaron la descendencia Portugal y Navarra tanto en Córdoba como en Santa Fe"


    Un soldado de la conquista:
    DON PEDRO DE PORTUGAL Y NAVARRA
    por CARLOS LUQUE COLOMBRES
    INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES
    Pag. 47 y 48
    https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1197521.pdf
    DON PEDRO DE PORRES Y PORTUGAL
    Bautizado con el nombre del bisabuelo materno, don Pedro de Porres
    y Portugal, había nacido en la ciudad de La Plata en 1558, según se
    desprende de varias y coincidentes declaraciones testimoniales donde manifiesta
    su edad.
    En vida de sus padres, y sin más haber que los méritos de sus antepasados,
    se trasladó a Córdoba del Tucumán cuando contaba veintidós
    años; y a fines de 1611 estaba para casar con doña María de Escobedo,
    hija legítima del capitán Francisco de Escobedo, ya fallecido a la sazón
    (que había sido encomendero de Pocho, cabildante y tesorero de la Real
    Hacienda, venido a las Indias con el gobernador de Chile don Alonso de
    Sotomayor después de guerrear en Flandes) y de Ana de Rosales, cuyo
    padre fue el capitán Blas de Rosales, uno de los vecinos fundadores de
    Córdoba, y su alcalde ordinario de primer voto por designación del gobernador
    don Jerónimo Luis de Cabrera, y que muriera soltero en 1574
    en manos de los indios de Ongamira, dejando varios hijos.
    La promesa de dote que otorgara Ana de Rosales a don Pedro de
    Porres el 14 de diciembre del año mencionado incluía tierras a diez leguas
    en el sitio de Hamacamis con ganado vacuno y lanar, un solar en la
    ciudad, una chacarilla a media legua, dos carretas nuevas con cuatro
    yuntas de bueyes, un muy completo ajuar con ropas de finas telas, muebles
    y alguna alhaja, cincuenta fanegas de harina de trigo, dinero en
    expectativa, etc. (77).
    Por su parte, en el mismo instrumento notarial, labrado por el escribano
    Alonso Nieto, doña Magdalena de Escobedo, hermana de la novia,
    mujer del capitán Francisco López Correa, le prometió medio solar
    en la esquina de la iglesia de la Merced, además de una suma de dinero.
    Y en otra escritura de igual fecha, doña Magdalena, que poseía en encomienda
    diez indios casados con sus mujeres e hijos, prometió cederlos a
    don Pedro desde el día de la boda «para ayuda del sustento y cargas del
    matrimonio», a fin de que dispusiera de los tributos y aprovechamientos
    «por todos los días de la vida de mí la dicha doña Magdalena...». Y el
    capitán López Correa le daría en préstamo unas tierras a veintiséis leguas
    de la ciudad, más allá del alto llamado Quilovi, por el tiempo de
    cinco años, que correrían desde la fecha del casamiento (78).
    Celebrado éste, obtuvo Porres por dos vidas, el 3 de octubre de 1615,
    la encomienda de los indios y pueblos de Cavisacate y Chamasacate,
    concedida por el gobernador don Luis de Quiñones Osorio y confirmada
    por el monarca el 9 de febrero de 1617, por ser «caballero hijodalgo,
    hijo del capitán Jerónimo de Porres y de doña Jerónima de Portugal y
    Navarra, casado con hija de conquistador y poblador de la ciudad de
    Córdoba... y sois persona benemérita por los muchos y grandes servicios
    que han hecho a Su Majestad y los que de aquí delante espero
    haréis...» (79).
    Ya se había desempeñado como alcalde de la Santa Hermandad en
    1614, cargo que nuevamente ejercería en 1630, y obtuvo el de Guardamayor
    de la Real Aduana de Puerto Seco, cuando ésta se estableció en
    Córdoba en 1625, y lo ejerció hasta su fallecimiento.
    Tales servicios, y los que prestara en los socorros con motivo de la
    guerra del valle calchaquí y al puerto de Buenos Aires, le valieron para
    obtener una merced de sobras de las tierras que habían pertenecido a
    los indios de Cavisacate (14 de septiembre de 1651). Estos se habían extinguido
    o se hallaban en vías de extinción, por lo que Porres solicitó
    al gobernador don Felipe de Albornoz le encomendara el pueblo de Macatine;
    y el teniente general de la Gobernación, don Sancho de Cebados
    y Valdés, le concedió diez familias de dicho pueblo (80).
    Según manifiesta en sendos poderes que otorgó, recayó en su persona
    el patronato de las capellanías fundadas en la iglesia parroquial de San
    Pedro de Sevilla por el oidor Bartolomé Ferráez de Porres, tío carnal, y
    por el jurado Alonso de Porres, abuelo paterno (81).
    Por su parte, el 24 de noviembre de 1649 fundó don Pedro con su
    mujer otra capellanía en el templo de la Merced, de Córdoba, de quinientos
    pesos de principal, para lo cual los religiosos de la Orden le
    dieron «la capilla que está abajo del arco toral en el cuerpo de la iglesia
    al lado del Evangelio y que queda ocho pies adentro del claustro, edificarla
    y cubrirla a su costa, como lo harán, y allí han de ser enterrados...
    ». Como en la de Sevilla, «han de poner y asentar un Santo Cristo
    grande en cruz, de bulto...».
    (....)
    Otorgó su testamento don Pedro de Porres y Portugal el 27 de septiembre
    de 1654. Declara su naturaleza y filiación, pide lo sepulten en la
    Merced «en la peana del altar del Santo Cristo», manifiesta que de sus
    padres heredó seis mil pesos y nombra a los hijos habidos en su matrimonio
    con doña María de Escobedo, los cuales figuran con distintos
    apellidos en el siguiente orden: doña Catalina de Andrade, doña Juana
    Ferráez, doña Petronila de Vargas, don Pedro de Porres y Portugal, don
    Francisco de Porres y Portugal, doña Jerónima de Portugal y Navarra,
    doña María de Escobedo y doña Francisca de Porres.
    Falleció poco días después; y en el inventario de sus bienes, además
    de la casa de la ciudad, se menciona la estancia de «Nuestra Señora de
    Copacabana» a doce leguas río abajo, con su capilla, que tenía un cuadro
    de la Virgen y seis lienzos de santos pequeños; la merced de Cañada
    de las Burras, también sobre el río Primero, yeguas, garañones, bueyes,
    etc. Figuran también doce esclavos.
    Fue sepultado en el sitio señalado, junto a la tumba de su
    mujer (83).
    Si nos fuéramos a guiar por las huellas documentales, podríamos afirmar
    que, al menos en Córdoba, se extinguió la sucesión de los Porres y
    Portugal por línea de varón. Sólo consta que don Pedro II, nacido por
    1626, casó en Santa Fe y que en la entrada contra los indios chaquenses
    efectuada en 1673 por el general don Antonio de Godoy actuó como
    ayudante de milicias; y que don Francisco de Porres y Portugal, alférez y
    luego capitán, que guerreó en el valle Calchaquí, contrajo matrimonio
    en Córdoba con doña Catalina González Serrano (hija legítima de García
    Serrano y doña María González de Andrada), siendo padres de otro
    don Pedro de Porres y Portugal, bautizado en 1654, heredero de su tío
    carnal, el maestro Baltasar González Serrano, presbítero, fallecido en
    1701.
    En cambio, es numerosa la descendencia conocida de tres de las hijas
    de don Pedro el Viejo, llamadas doña Catalina, doña Juana y doña Petronila.
    Doña Catalina de Porres y Portugal, apellidada también, según vimos,
    «de Andrade», casó en primeras nupcias con Diego Alvarez, oriundo
    de Viana (Portugal), capitán de milicias, afortunado hacendado, fundador
    de otra capellanía en el altar del Santo Cristo de la Merced, donde
    fue sepultado. Dejó dilatada posteridad afincada en la ciudad de Córdoba
    y en comarcas del río Segundo abajo, varios de cuyos miembros tuvieron
    distinguida actuación militar en los siglos XVIII y XIX, como
    también en la iglesia y el gobierno. En sus segundas nupcias con el alférez
    Juan de Puelles y Herrera, natural de Santiago de Chile, no tuvo
    sucesión.
    Doña Juana Ferráez de Porres y su marido el capitán Juan Rodríguez
    Navarro (primo en segundo grado por los Rosales), hijo de portugués y
    cordobesa, presidieron diversas ramas en que figuran ilustres representantes
    del clero, de las armas, de las letras y de la política.
    Por último, doña Petronila de Vargas, o «Porres y Portugal», casó
    con el capitán José de Pucheta y Ríos, nacido en Asunción del Paraguay.
    Sus hijos, nietos y bisnietos tuvieron sus heredades en el partido del río
    Primero, donde entroncaron con familias tradicionales de esa frontera y
    fueron antepasados de honorables ciudadanos (84).
    La mención de los descendientes de estas tres hijas mujeres de don
    Pedro de Porres y Portugal ocuparían varios capítulos; y es así cómo
    el linaje del conquistador don Pedro de Portugal y Navarra sigue vigente
    a través de los siglos en estas provincias argentinas, tan distantes de los
    escenarios de sus aventuras, venturas y desventuras."


    -------------------------
    (77) Ibíd., libro 23, fs. 82 v. y sigts.
    (78) Ibíd., fs. 87 y sigts.
    (79) Ibíd.
    (83) Ibíd., libro 63, fs., 246 y sigts.; y Escribanía 1.a, legajo 110, expediente 2.
    (84) Carlos A. LUQUE COLOMBRES, Itinerario Histórico-Genealógico alrededor
    de los Ferreira de Acevedo, Córdoba, 1940, pp. 113 y 114.